Gaethje vs. Pimblett por el título interino: una pelea que nadie pidió y que pocos creen que sea merecida

Gaethje vs. Pimblett por el título interino: una pelea que no tiene sentido. El merecedor de este título sería Arman Tsarukyan.


La decisión de programar a Justin Gaethje (#4) contra Paddy Pimblett (#5) por el título interino de peso ligero, luego del alejamiento temporal de Ilia Topuria, ha generado una ola de cuestionamientos entre fanáticos, analistas y especialistas del MMA. Y con razón: ninguno de los dos parece haberse ganado esta oportunidad.

El ascenso meteórico de Pimblett en el ranking es uno de los casos más polémicos de los últimos años. Pasó del puesto #11 al #5 sin haber pisado el octágono. Su historial reciente tampoco respalda una chance titular:

Enfrentó a Michael Chandler cuando ya acumulaba derrotas y estaba lejos de su mejor versión.

Peleó con Tony Ferguson cuando el histórico excampeón se encontraba prácticamente fuera de competencia, con una larga racha negativa.

Por eso, su designación parece responder más a criterios comerciales que deportivos. Pimblett vende. Tiene millones de seguidores, conecta con el público joven, genera clics, likes y reproducciones. Pero un título interino no debería ser un premio a la popularidad.

Gaethje: un veterano con más pasado que presente

Por el otro lado, está Justin Gaethje. Un guerrero, sin duda. Un espectáculo siempre que entra al octágono. Pero también un peleador cuyos mejores años parecen haber quedado atrás. En sus últimas presentaciones ha mostrado más irregularidad que contundencia, acumulando más derrotas que victorias en etapas clave.

Gaethje es un nombre grande, sí. Pero ¿es hoy uno de los dos mejores contendientes disponibles para pelear por un título interino? La respuesta es difícilmente sí.

Para muchos, la elección era evidente: Arman Tsarukyan debió ser el elegido. Explosivo, joven, en ascenso, con victorias importantes y un nivel competitivo que lo posiciona como el futuro inmediato de la división. Tsarukyan no solo tiene el rendimiento, sino también el mérito deportivo que debería marcar este tipo de designaciones.

Sin embargo, quedó relegado ante una decisión que parece priorizar la venta de PPV y el ruido mediático por encima del aspecto deportivo.

La lógica del negocio está clara: Pimblett atrae multitudes, Gaethje garantiza espectáculo. Pero esta combinación, aunque comercialmente potente, deja un sabor amargo en términos de legitimidad. El título interino, que debería representar a los mejores disponibles mientras el campeón está ausente, termina siendo parte de una movida promocional.

La pelea seguramente tendrá bombo, vistas y repercusión. Pero en el fondo, muchos sienten que esta oportunidad no la ganaron en la jaula, sino en las redes.

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